No
se requiere ser Martha Gildebranth ni
tener altos conocimientos en lingüística y gramática para darse cuenta, cuándo
un texto está mal redactado, tanto en forma como en fondo.
Nos
hemos dado el trabajo de hacer una
revisión simple a la página número 37 del fascículo 01 de las rutas de
aprendizaje, entregado a los colegios por el Ministerio de Educación.
En
una misma página hemos encontrado errores de falta de concordancia de número,
falta de signos de puntuación, así como incongruencia por no usar la conjunción copulativa.
La
muestra de estas dificultades en un documento oficial, que se supone debe
garantizarnos calidad, es una clara evidencia
que el MINEDU está plagado de incompetentes.
No
queremos perfección, queremos garantía mínima de calidad de un texto.
Preguntamos
al especialista de comunicación de la UGEL
de Padre Abad sobre el asunto, si se ha dado el trabajo de revisar todos
los fascículos antes de entregar a los docentes y qué medidas ha tomado.
Para
la ironía de los presentes, solo atinó a decir que para él no es prioritaria la
gramática, ni debemos tener ese enfoque en la enseñanza con nuestros alumnos.
Muchos
como él creen porque hemos cambiado de enseñar de la teoría a la práctica ya no
debemos ser conscientes de la importancia de la pulcritud en la redacción.
Estos
errores pueden ser tolerables en los aprendices, en lo chicos que están en
formación, mas no en documentos hechos por el MED, con inversión de dinero de
los peruanos.
Siguiendo
nuestra línea radical contra todo aquello que se relaciona a la mediocridad, a
la irregularidad, tenernos que decir que es de absoluta necesidad que todos
esos fascículos sean revisados, reeditados y
publicados, previa evaluación y control de calidad.
Por
una obra mal hecha no se debe pagar tanto, así como exigen de arriba, nosotros,
nos atrevemos exigirles a esos señores, que todo lo hacen en las oficinas, llevar
cursos de redacción, gramática y ortografía.
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