Se le dio en bandeja a Portocarrero, “el hombre de palabra y de las pruebas” todos los documentos que sustentan las irregularidades cometidas durante los 3 años de gestión la directora y funcionarios de la UGEL de Padre Abad en complicidad de Pedro Rivero y José Díaz, directores de la DREU, en perjuicio de la educación y del estado.
No
obstante, Portocarrero, tercamente prefiere mantenerla en el cargo, porque pesa
más el vínculo doméstico tejido con ella
(comadre) y sus ayayeros, una cúpula perniciosa.
Entre
tanto maestros de Padre Abad esperan nuevo director (a), los dirigentes elevan
denuncias ante el Ministerio de Educación, a la vez solicitan audiencia con el
ministro de educación para sustentar las
imputaciones con la intermediación de dos abogados especializados en anticorrupción
de la ciudad de Lima ya que en Ucayli estas por vía administrativa no han sido
atendidos desde el 2012.
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